¿Con cuantas contracciones debo ir al hospital?

El momento de dar a luz es una de las experiencias más emocionantes y, a la vez, estresantes para cualquier futura madre. Uno de los aspectos que más dudas genera es cuándo es el momento adecuado para ir al hospital. Las contracciones, que son una señal clara de que el parto se acerca, pueden aparecer en diferentes etapas y con distintas intensidades. Pero, ¿cómo saber si ya es hora de tomar las maletas y dirigirte al hospital? En este artículo, te ayudaremos a entender mejor las contracciones y cuándo deberías actuar.

¿Qué son las contracciones y por qué ocurren?

Antes de hablar sobre la frecuencia de las contracciones, es importante entender qué son. Las contracciones son el resultado de los músculos del útero que se tensan y se relajan, lo que ayuda a que el cuello uterino se dilate y el bebé pueda nacer. El útero es un músculo muy fuerte y sus contracciones son necesarias para llevar el trabajo de parto a término.

Estas contracciones pueden empezar de forma leve e irregular semanas antes del parto, lo que a veces se conoce como contracciones de Braxton Hicks. A diferencia de las contracciones reales, estas suelen ser indoloras y no tienen un patrón consistente. Sin embargo, cuando el cuerpo comienza a prepararse para el parto, las contracciones se vuelven más fuertes, más regulares y más dolorosas. Estas son las contracciones que indican que es tiempo de prestar atención.

¿Cómo distinguir entre contracciones falsas y reales?

Es muy común confundir las contracciones falsas con las reales, sobre todo si es tu primer embarazo. Las contracciones de Braxton Hicks pueden hacerte sentir que el parto está cerca, cuando en realidad aún faltan días o incluso semanas. Estas son algunas diferencias claves:

• Frecuencia: Las contracciones de Braxton Hicks son irregulares y no siguen un patrón específico. Las contracciones reales, en cambio, ocurren en intervalos regulares y se vuelven más frecuentes con el tiempo.
• Intensidad: Las contracciones falsas suelen ser menos dolorosas y pueden disminuir si cambias de posición o te relajas. Las contracciones reales se intensifican con el tiempo, sin importar lo que hagas.
• Duración: Las contracciones de Braxton Hicks tienden a durar entre 30 segundos y 2 minutos. Las contracciones reales suelen durar más y aumentar su duración a medida que el parto avanza.

Si bien es normal tener contracciones de Braxton Hicks, cuando empiezas a notar que las contracciones siguen un patrón regular y se vuelven más fuertes, es un signo claro de que el trabajo de parto está en marcha.

¿Cuándo debo empezar a cronometrar las contracciones?

Cuando sientas que las contracciones están volviéndose más regulares, es un buen momento para empezar a cronometrarlas. Esto te dará una idea clara de su frecuencia y duración. Aquí te explicamos cómo hacerlo:

1. Cronometra el tiempo entre contracciones: Para medir la frecuencia de las contracciones, debes cronometrar desde el inicio de una contracción hasta el inicio de la siguiente. Esto te dará el tiempo total entre ellas.
2. Duración de cada contracción: Además de cronometrar la frecuencia, también debes medir cuánto tiempo dura cada contracción. Esto te ayudará a entender si están intensificándose o no.
3. Anota el patrón: Si ves que las contracciones se están volviendo más frecuentes, más largas y más fuertes, es un buen indicativo de que el trabajo de parto está progresando.

La regla 5-1-1: el momento clave para ir al hospital

Una regla común que muchas matronas y médicos recomiendan seguir es la regla 5-1-1. Esta regla indica que es hora de ir al hospital cuando:

• Las contracciones ocurren cada 5 minutos.
• Cada contracción dura al menos 1 minuto.
• Este patrón se ha mantenido durante al menos 1 hora.

Esta es una forma sencilla de recordar cuándo es el momento de dirigirte al hospital. Sin embargo, es importante que siempre sigas las recomendaciones específicas de tu médico o matrona, ya que cada embarazo es único.

Excepciones a la regla

Aunque la regla 5-1-1 es útil para muchas mujeres, hay algunas excepciones en las que es mejor acudir al hospital antes de que se cumplan estos criterios:

1. Embarazos de alto riesgo: Si tu embarazo ha sido considerado de alto riesgo o si tienes alguna condición médica, es probable que tu médico te recomiende acudir al hospital antes. No dudes en consultar con tu equipo médico para saber cuándo es el mejor momento en tu caso específico.
2. Ruptura de la fuente: Si tu fuente se rompe, es importante que acudas al hospital, incluso si no estás teniendo contracciones regulares. La rotura de la bolsa amniótica es una señal de que el trabajo de parto puede estar cerca y el bebé está expuesto a posibles infecciones.
3. Dolor intenso: Si experimentas un dolor muy intenso, especialmente si es diferente al que has sentido con las contracciones anteriores, o si sientes que algo no está bien, es mejor acudir al hospital de inmediato.
4. Sangrado: Un sangrado abundante o inesperado puede ser una señal de que algo no va bien. No lo ignores y dirígete al hospital si esto ocurre.
5. Embarazos múltiples: Si estás esperando gemelos o más, es posible que tu médico te sugiera ir al hospital antes de lo que lo haría en un embarazo único, ya que el trabajo de parto puede ser más rápido o tener complicaciones adicionales.

Preparándote para el hospital

Saber cuándo ir al hospital es solo una parte del proceso. También es importante estar preparada para cuando llegue ese momento. Aquí algunos consejos prácticos:

1. Ten tu maleta lista

Una vez que lleguen las contracciones regulares, es posible que no tengas tiempo para hacer tu maleta con calma. Por eso, es recomendable que prepares tu maleta de hospital con anticipación. Incluye ropa cómoda, artículos de aseo, la ropa del bebé y cualquier documento médico que puedas necesitar.

2. Conoce el camino al hospital

Si es posible, practica con tu pareja o acompañante el recorrido hasta el hospital con antelación. Esto te dará tranquilidad y evitará sorpresas de último minuto.

3. Infórmate sobre los trámites de admisión

En algunos hospitales, es necesario hacer un pre-registro o avisar con anticipación sobre tu llegada. Asegúrate de conocer todos los trámites necesarios para que el proceso sea lo más ágil posible.

¿Qué pasa si llego demasiado pronto?

A veces, el entusiasmo por el momento puede llevar a algunas futuras madres a llegar al hospital demasiado pronto. Si esto ocurre, el personal médico evaluará tu progreso y puede que te sugieran regresar a casa si no estás lo suficientemente dilatada o si las contracciones no son lo suficientemente fuertes. No te preocupes, esto es muy común, y regresar al hogar puede ser más cómodo hasta que el trabajo de parto esté más avanzado.

Espero que esta información te haya sido útil y te ayude a sentirte más preparada para el emocionante momento del parto. Si tienes más preguntas, no dudes en consultar a tu médico o matrona.